viernes, 17 de abril de 2015

¿SOY DE PUEBLO O PUEBLERINA?







En los años 80 en la facultad, un profesor me hizo sentir por primera vez orgullosa de ser de pueblo al debatir en clase  la diferencia entre ser de pueblo y ser pueblerino. Nos hizo ver que la mayoría de pueblerinos residen en las ciudades y solo tienen como referencia el barrio y al panadero de la esquina. Era una clase de filosofía, asignatura a la que yo no encontraba sentido y en la que  creía siempre estar perdiendo el tiempo entre Aristoteles y Kant  y después de haberme enterado por los presocraticos de que el mundo era muy difícil de entender, a finales de curso lo único que había despertado mi interés era que yo era de pueblo claramente.

Las razones no las tenían aun muy claras pero decidí que yo apostaría por seguir vinculada a una comunidad de la que a veces me sentí avergonzada sobre todo cuando pisé por primera vez el instituto y la profesora de gimnasia nos exigió un chandal, prenda que en Las Regueras no había visto nunca, ya que la gimnasia se practicaba en medio de la carretera,delante de la escuela... ,en todo caso en el campo de la iglesia o en el peor de los casos en los meses de junio y julio con una herramienta que en Oviedo desconocían tanto como yo el chandal; la denostada garabata.

Otro tipo de gimnasia muy común era andar delante de la pareja domada de vacas para arar la tierra ,que habitualmente se llamaban Carbonera, Rubia o Pinta en función de su color,o detrás de la burra que solía tener de nombre Pastora, para hacer los riegos de sembrar las patatas o el maíz y les fabes.

 Y que decir de los meses de verano donde el deporte rural por excelencia era pisar la hierba en el pajar para hacer sitio para la tanda siguiente, con la consiguiente letanía de estornudos, sin que nadie se preocupase  de si existían los ácaros o las leguminosas o el polen causante de aquellos picores de nariz que eran producto de la hierba seca y bien curada,porque cuando estaba húmeda olía mal.

Mi vida deportiva o gimnástica comenzó con la compra de aquellos pantalones de espuma y la chaqueta con dos rayas blancas en los brazos que ahora mis hijos denominan "moda vintage". Completaba el uniforme un polo blanco y unos playeros Victoria. Equipada para la ocasión olvidé mis tiempos de deporte rural y me introduje en el la liga del deporte "reglado", es decir con reglas marcadas por aquella profesora de la que no recuerdo su nombre. Aunque para llegar a la pista deportiva de aquel centro de enseñanza debía levantarme a las siete de la mañana y subir a una línea (autobús) de Autos Llanera de color verde que olia a goma quemada y a asientos de skay rajados y rotulados con corazones y flechas. Era muy afortunada porque para llegar a la línea podía ir andando y en zapatos ya que el trayecto era por carretera y tardaba escasos tres minutos, no como los de otros pueblos que venían en madreñas y traían los zapatos en una bolsa y se cambiaban en el bar, y otros venían en burro a la parada del bus (linea) correspondencia con.....Oviedo.

Poco tiempo despúes casi fui aficionándome a aquel tipo de vida y los sábados por la mañana con gran disgusto para mi familia porque igual las clases en Oviedo me estaban trastornado comencé a correr de Santullano a Riello y Lazana ,como alma que lleva el diablo, empezaba la moda del footing, más conocido luego como running. 
Además en aquella época del instituto llegó la moda de estar morena, bronceada, y ahí aún la aceptación familiar fue peor. Con lo guapa que era estar blanca como una manteca, seña inequívoca de que no hacías labores del campo y estabas a la sombra, como un señorita en edad de merecer...; eso sí ,ello no te eximía de ir a la hierba, pero siempre era recomendable ir con piernas y brazos bien tapados y sombrero de ala ancha para que la piel no adquiriera ese tono oscuro y cobrizo propio de gentes de aldea. En que quedamos? Pues no señores: yo voy al crudo sol de la hora de la siesta en camiseta de tirantes y pantalón corto - siempre que los prados donde se realizaba la ardua labor no fuesen muy visibles desde ningún camino, no te vayan a ver vestida impúdicamente-.


Mucho tiempo después mi casa se vio rodeada de nuevas edificaciones, nuevos vecinos y nuevas formas de ver la vida y el deporte. La nueva generación de residentes compraba artilugios variados para los alrededores de sus casas; hamacas para tumbarse al sol sin más motivo que colorear su piel atrapada en oscuras oficinas el resto de la semana; sombrillas, fuentes artificiales, perros para sacar a pasear no para ladrar ante las visitas extrañas y hacían barbacoas fuera de casa como si no tuviesen cocina de carbón ni de gas. Salían a correr los domingos enfundados en ropas y calzados de marca, y cirulaban  en bicicleta con trajes apretados al cuerpo que emulaban al gran Luis Ocaña subiendo el Tourmalet.
- Donde irán a trabajar hoy domingo? -decía mi abuela-. 
- No trabajan, van a hacer deporte guelita.
-Que ociosidad!

Pocos años más tarde mi casa de pueblo, mi hogar en Las Regueras, esta rodeada de macetas rellenas de tierra comprada en sacos de plástico, de hamacas, de sombrillas de colores, de bicicletas y hasta de  barbacoa. Donde estaba el estercolero crece hermoso un tamarindo, donde se ubicaba la bara de hierba luce espléndido un arce americano, y el lugar que ocupaba la cuadra y la tenada lo hemos llenado de enseres que hemos encontrado en mercadillos, radios antiguas y herramientas de labranza, le hemos quitado la capa de cemento a la pared, y nos hemos encontrado la piedra que nos ha dado las gracias por resucitarla ; el pozo de agua que surtía a varios vecinos sigue allí pero con una función ornamental nada más, aunque agua sigue teniendo. 

Seguiré siendo de pueblo? o me habré convertido en pueblerina? Creo que mas bien es correcta la primera respuesta porque también sembramos arbejos, plantamos cebollin, alguna patata y los abonamos con auténtico estiércol( cucho) y a veces hasta hacemos embutido y lo curamos..... Ah¡ y tenemos pendiente recuperar el horno de leña...pero seguimos haciendo arroz con leche en la cocina de carbón y quemando el azúcar por encima con el gancho ¡ que rico!¿ Que opinaria mi guela?


miércoles, 15 de abril de 2015

Ruta Vaqueros de Alzada Las Regueras-Torrestio






El día 21 de abril se presentará en el Club de Prensa de La Nueva España de Oviedo, la II Ruta Vaqueros de Alzada Las Regueras-Torrestio que se celebrará los días 8,9 y 10 de mayo.
En, la mesa estarán José Ramón Pando, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, María Isabel Mendez , alcaldesa de Las Regueras, Basilio Barriada, alcalde de San Emiliano (Leon), Jaime Izquierdo, experto en desarrollo rural y María Teresa Rodriguez, promotora del proyecto. Todo ello coordinado por Maria Jose Fernandez, agente de desarrollo local del Ayuntamiento de Santo Adriano. La presentación oficial a la prensa ya se realizó en Las Regueras el 23 de marzo. 

Este proyecto comenzó a gestarse a principios de 2014 partiendo de una idea de Maria Teresa Rodriguez, descendiente de vaqueros de alzada de Las Regueras y con estrecha vinculación familiar con Torrestio. El Ayuntamiento de San Emiliano celebraba aniversario y era un buen motivo para comenzar la aventura. Tuvo una pronta y favorable respuesta en Las Regueras, que debía desde hace tiempo un homenaje a sus vecinos que desde hace siglos practicaban este tipo de vida trashumante.
La acogida fué tambíen un éxito en los municipios de paso, Oviedo,Santo Adriano, Teverga, Quiros y Proaza, que desde tiempos lejanos son testigos del paso de esta caravana de hombres, mujeres, animales y enseres  que cambian de residencia en función de la estación. Gratos recuerdos guardan de los tiempos donde la solidaridad y la cooperación, tan olvidadas en la actualidad, eran una parte fundamental de esa forma de vida campesina.



A principios de mayo de 2014, cuando la primavera comenzaba a pedir paso en   "las marinas"  y en las altas tierras babianas el sol terminaba de derretir las últimas muestras del invierno, una mañana de viernes nos reunimos en el Castañeu de Cartuchos ( actual Casa Edelmiro) en Biedes,  dispuestos a rememorar por diversos motivos el viejo  camino de la "alzada"; Alfonso el gaitero de Las Regueras nacido y criado en Parades, tierra de vaqueros, y Norinin de Torrestio, el hijo de la poetisa vaquera, animaban a los presentes que comenzaban un viaje al pasado y un tributo a sus ancestros.

Tras pasar Escamplero, cruce importante de caminos, el sendero discurre hasta llegar a San Pedro de Nora, la joya del prerromanico reguerano, donde el río de mismo nombre separa Oviedo de Las Regueras. En Trubia el grupo se unió a los descendientes de vaqueros de Latores y la Senda Verde nos llevó hasta Villanueva de Santo Adriano, donde no se puede pasar sin pararse a admirar "El Cielo de Zacarias", una tienda-kiosko-bar con una cuidada y exquisita decoración que mima con esmero su dueña, Arancha.



El camino continua y Proaza era el destino del primer día. Los caminantes reposan en los bares de la plaza de este pequeño y tranquilo lugar, donde los osos viven como reyes, es su casa, la Senda del Oso, antiguas vías de ferrocarril minero y de peñas escarpadas. 





La segunda etapa fue un alegre paseo de sábado culminando en el pueblo ejemplar de Teverga que nos recibió con el  abrazo de antaño. Nos enseñaron su colegiata y nos deleitaron con una pequeña obra de teatro. El plato fuerte de la tarde nos lo brindó Celso Peyroux, cronista oficial del concejo, sabio maestro de la comunicación, que con su palabra calmada consiguió que las emociones y los recuerdos de los allí presentes brotasen para ser conscientes desde entonces que la ruta no era una mera excursión de fin de semana, era un merecido homenaje a los hombres y mujeres que un día transitaron por el valle de Teverga construyendo una historia, la de los vaqueros de alzada del centro de Asturias. Merece mención el emocionado testimonio de Ismael de Xiromo de Parades (Las Regueras.






El tercer día casi subimos a los cielos, que alto está la braña de Las Navariegas y que satisfacción hacer cumbre. Quedan las imágenes........ Sobran las palabras y falta el aire.....



Llegada a la meta. Torrestio. .....Aquí ya no quedaba ni el aire. 
Quedan pisadas, trote de caballos, música babiana..
Quedan los recuerdos, las anécdotas, algunas inconfesables, otras emotivas. 
Quedan los recuerdos de las  personas que conocimos gracias a la ruta; Carmen, la montañera; Octavio el alpinista con madreñas; Selina,la vaquera auténtica, Cesar, nuestro guia particular, babiano de pro; Ismael y su coche escoba, Norinin y su música, Isa y Patri las amazonas... que culminaron la hazaña en dos días por los puertos de Maravio y la Mesa como el resto de jinetes y q sonríen cuando miran al caballo. 
Por eso volvemos porque tanta historia merece ser recordada al menos una vez al  año.







Continuará ...............

lunes, 13 de abril de 2015

......Y SE ESCONDIÓ EL SOL


DESDE VALSERA
Poco que decir, poco que añadir .......la muerte del día, el avión que sobrevuela  , el perfil de la tierra recortada en la sierras de Bufarán y el Pedrosu, el mar que se adivina detrás, el sol que marca el camino al peregrino, hasta alcanzar Fisterra y la primavera que amenaza con ser verano un 13 de abril. He buscado el ocaso en playas de Cadiz, en calas de Ibiza, en el Mirador de San Nicolas frente a la Alhambra; en tantos sitios...y esta nos la hemos encontrado en el camino. Cerca del castro del Picu Ruedes, aquí, al lado de casa.

(¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes? Cuando uno está verdaderamente triste le gusta ver las puestas de sol.
-El día que la viste cuarenta y tres veces estabas muy triste ¿verdad?
Pero el principito no respondió.)  Antoine de Saint-Exupéry ( El Principito)