jueves, 10 de marzo de 2016

MILITARES EN SU ESPACIO


    La relación del municipio de Las Regueras con la fábrica de armas de Trubia, fue algo natural por la cercanía. Durante los años que duró la escuela de aprendices era normal encontrar jóvenes con el uniforme reglamentario. Fué la primera escuela de formación profesional de España. 

Como su nombre indica fabricaba y lo sigue haciendo armamento, hoy en menor medida, debido al cierre de talleres con el consiguiente despido de trabajadores, lo que supone el abandono de un pueblo y un patrimonio militar, que en su día fué centro de importantes acontecimientos culturales en torno a la fábrica de municiones gruesas instalada en 1794  bajo la dirección del teniente coronel Ignacio Muñoz.

Los concejos de Grado, Oviedo, Las Regueras y todos los de los valles del Trubia se vieron beneficiados por esta instalación al ofrecer miles de puestos de trabajo. 
El resultado de la producción eran cañones y lo siguen siendo. Armas para la guerra o la defensa.
Hace unos años se movilizaron con mucha razón colectivos de todo tipo de ideología contra el despido de trabajadores y el cierre de parte de la factoría; aún hace pocos días el tripartito ovetense pidió su readmisión.
Los objetos que fabrican en Trubia sirven para que un colectivo de ciudadanos con uniforme defiendan en caso de necesidad, el ordenamiento constitucional. Parece que alguien no entiende bien la unión de piezas  en este juego de estrategia. 
Quienes se encargan de que el producto  de una fábrica de armas tenga una finalidad, son los ejércitos. Hasta aquí encaja todo. Luego es un poco más complicado....

   Un hasta hace poco eurodiputado, y ahora candidato a la presidencia de este país dice, que :
 "es vital que en una sociedad democrática; la democracia también tenga que ver con el ejército, se deberán reconocer los derechos fundamentales de los profesionales de las Fuerzas Armadas que tienen hoy en día restringidos en un 80%. 
Dice también que se sigue permitiendo que haya ciudadanos de nuestro país con uniforme que están privados de libertad y pueden ser arrestados sin pasar previamente por un juez. La democracia debe entrar en todas partes, también en los cuarteles. Las fuerzas armadas son ciudadanos con uniforme (otra vez)  y además deben ser un instrumento para el cambio, no sobra "nadie y, por supuesto, no sobran los profesionales de las Fuerzas Armadas". "(6/3/2015)EL DIARIO". 

Hasta hace poco este colectivo por llevar este uniforme, debía levantarse cada día unos minutos antes, meter una linterna en el bolso y agacharse a mirar los bajos de su coche. Muchos de ellos murieron en guerras que no eran las suyas y ni siquiera fueron devueltos a sus familias. 
No son más héroes que quienes apagan incendios, operan en un quirófano, o conducen trenes. Cada colectivo lleva un "look" distinto acorde con las "modas" que dicta la profesión que han elegido libremente en un país donde también con respeto y libertad los espacios deben ser compartidos y no compartimentados.


     Aqui cabemos todos o no cabe ni Dios ( Victor Manuel, cantante)

       Fotos: En Grullos, Candamo (Recreación histórica de la guerra         civil)










lunes, 7 de marzo de 2016

DIA DE LA MUJER. CARTA A UNA MUJER DEL AÑO 2048



Querida descendiente:

Te escribo desde Asturias ,al norte de un  país al sur de un continente.
 Cada 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer (antes trabajadora), ahora a secas.
Como espero que  vivas en un mundo donde no habrá desigualdad por razón de género, te sonará muy raro que en este momento de la historia sigamos utilizando expresiones tales como: conciliación de la vida familiar, brecha salarial, empoderamiento de la mujer, violencia machista.

Tus antepasadas, mis abuelas y bisabuelas tampoco habían oído semejantes términos, pero conciliaban, como podían y sin saberlo.  Como procedían de la zona rural, esto significaba abandonar la tierra o el ganado un tiempo antes que sus padres o maridos para cocinar y tener la mesa puesta; madrugar un poco más que los hombres y asear a los hijos para ir al colegio, poder llevar a sus bebés al trabajo en un cesto y amamantarlos cuando era necesario ( ahora está de moda decir “ a demanda”).  También conciliaron cuando sus maridos fueron llamados a filas o a la emigración.
 Eran víctimas de violencia de muchos tipos (física, sexual, psicológica, económica), pero lo desconocían porque les habían aleccionado para obedecer a sus maridos o padres.

Después de años de lucha, a nuestra generación ( siglos XX y XXI) nos educaron para estudiar, ser independientes emocional y económicamente y nos contaron la historia de la liberación de la  mujer.  Quien la inventó se olvido de muchos detalles. 
Nos permitieron conciliar la vida laboral y familiar, pero sólo a nosotras ; nuestras parejas solían seguir preguntando: .-“ ¿Te paso la aspiradora?”, a lo que siempre contestábamos que el polvo y la suciedad siempre era compartido... 

Poco a poco fuimos ganando derechos laborales; eso sí siempre mermados a la hora de jubilarnos porque como habíamos pedido reducciones de jornada y excedencias, la cotización a la seguridad social (por cierto, ¿existe ahora? ) no fue la suficiente para tener una pensión de jubilación igual a la de los hombres. Claro ellos no habían pedido casi ningun día para llevar a los niños al médico o a las tutorías del colegio porque estaba  mal visto  en muchas empresas.

A veces nos hemos sentido frustradas porque no nos ha dado tiempo a estar en tantos sitios a la vez: trabajos, colegios, fútbol, ballet, aerobic, cafés con amigas, tiempo en pareja, tiempo para nosotras, pero lo que más impotencia nos produce es que lo más importante no lo hemos conseguido.  
Te escribo  desde 2018 y muchos hombres siguen matando a “sus” mujeres por la misma razón que en siglos pasados; porque creen que son suyas.

Si cuando leas esta carta sigue igual, no habrán servido de nada tantos 8 de marzo, tantas leyes incumplidas y tantas mujeres que se quedaron en el camino. 
Si en  en tu país se sigue celebrando el Día de la Mujer  en 2046,tu sociedad y tu universo, como el mío y el de tu tatarabuela habrá fracasado y deberás seguir luchando.
No sé si siguen existiendo princesas, pero seguro que tu no eres una de ellas. Que no te mientan.

                                               Un abrazo.
                                               Una mujer de 2019