sábado, 13 de mayo de 2017

Euro-Risión.Güayomini

La televisión emitía en blanco, negro y gris y en muchas casas se colocaba encima la foto de boda, comunión, o una muñeca vestida con el traje típico, normalmente de faralaes. Tenía la TV un aparato debajo llamado transformador, porque la corriente era de 125 W y no se muy bien en que la transformaba. Tardaba en calentar  porque por dentro había una especie de lámparas que iban alumbrando progresivamente. 

Había un solo  canal que se llamaba UHF. En mayo era un rito primaveral reunirse en torno a aquel aparato para ver EUROVISION y sentirnos europeos. Aún no habían llegado el euro ni el brexit, pero participaba Israel, nunca supimos por qué; igual era porque en Europa había muy pocos países.

Claro que entonces no existía el pop moldavo, el rock montenegrino ni las baladas letonas o el  indie eslovaco.

 Hoy sí, hoy además de Europa e Israel participa Australia. Como eramos pocos... Dice una amiga mía que es por algo de la Commonwealth  o como se diga.

El caso es que según la tele iba  teniendo  más colores y Europa más países y menos habitantes,el bigote de Iñigo más canas, los representantes españoles, la mayoría de las veces, eran artistas cada vez más raros, desconocidos, o frikis.

Rodofo Chikilicuatre y su guitarra de plástico fue el mayor éxito de los últimos diez años. 
En mi casa solo acabábamos de ver el programa, mi abuelo que murió en 1992 y yo. El hombre, por un motivo muy distinto al mio; yo por hablar en el recreo el lunes siguiente; no eras nadie sino habías tragado hasta la última puntuación del último país. La razón de mi abuelo era más poderosa, porque decía que lo único que importaba eran las votaciones; que le gustaba escuchar otras lenguas al menos una vez al año, ya que con un sólo canal y una televisión tan triste no tenía ocasión de oír hablar en otro idioma. Razón de peso...Ahora pienso que mi abuelo era bastante culto.

También decía que debería llamarse Euro-Risión. Os hablo de 1992 y años anteriores.

Nuestra infancia en esa época tenía pocos grandes eventos, así que el festival pertenece a nuestro imaginario colectivo  de recuerdos infantiles.
Si mi abuelo viviera estaría encantado de tantas lenguas como se escuchan aunque lo de menos sea la música.
Dicen que ganará Portugal; pues me gusta. Antes siempre nos daba doce puntos.

Y Güayomini, ¿cuantos nos dará?