miércoles, 22 de marzo de 2017

DÍES DE MUNCHU. VÍSPERES DE NADA



Llevo una temporada sobresaltada al despertarme, pero esta semana está siendo especial. Enciendo la tele y leo los diarios digitales, o al revés y  desde el domingo, vengo notando que no hay días normales. Los titulares de todos los medios son : "Hoy se celebra el Día de...". 
El domingo nos despertamos con el Día del Padre, y lo mismo que antes eran la corbata o la colonia los protagonistas, ahora lo que prima es subir una foto de tu progenitor a las redes sociales. Yo también lo hice porque a mi muro de Facebook subo lo que quiero, ¡faltaría más!
Al día siguiente, lunes 20, entre que entraba la primavera y era el día de la felicidad, no sabía bien que hacer si subir un cerezo en flor o mi sonrisa de anuncio de dentífrico después de utilizar todos los filtros del Instagram. 
Decidí no hacer nada de eso; lo primero porque la rebelde estación se nos disfrazó de invierno y en lugar de las margaritas blancas que poblaban las redes sociales, le dio por cubrir de blanco la montaña cercana. Me gusta a mi esta rebeldía estacional. Ellas eligen cuándo mostrarse y así,  un día de enero puede ser verano a las 3 de la tarde y otoño al atardecer. Igual que quererse no tiene horario ni fecha en el calendario, la meteorología ya no es lo que era y se rebela contra el orden establecido. Seguro que se  indigna de tanto espacio como le dedican los informativos.
Y; ¿lo de coincidir con el día de la felicidad?.Pues al igual que las estaciones y la climatología , la felicidad llega cuando menos la esperas y  normalmente dura lo que tarda en llegar el cabreo. Por cierto ese mismo día se presentó un libro de Jaime Izquierdo, que enseña a gestionarlo creativamente. Otra feliz coincidencia. 
Gestioné ese cabreo que da no tener primavera ni ser un lunes realmente feliz, y logré sobrevivir hasta el día siguiente, martes 21 de marzo,  que nos llevó  al Día de la Poesía. 
Y volví a caer en las redes...sociales para compartir a mi admirado Ángel González; montones de wassapas, y de poemas, muchas veces publicados por personas que toda su relación con  la poesía eres tú y tu pupila azul.

Lo de hoy, ya es de nota. Miro por la ventana antes de abrir las noticias y llueve, que buena falta hace, y pienso que el titular hoy será fácil: "Se esperan precipitaciones en la cornisa cantábrica", lo cual me hace mucha gracia porque normalmente llueve más en el tejado que en la cornisa y siempre me pregunté si el resto de España era la fachada. Pues no, no era eso; era más fácil. Hoy es el Dia del Agua.  Y creo que pasado mañana la Hora del Planeta. 

Yo que siempre fui muy noctámbula  reivindico más noches de algo y me encuentro sólo con la Noche de San Xuan, la de Difuntos, la Noche Blanca o las Nuechis en Danza de Ambás.
Como procedo de una zona muy rural lo que se remarcaba en ella no eran los días, eran las "horas de" o el "tiempo de". Era otra forma de celebrar  más auténtica.

A saber: eran importantes como tiempos, "el de la hierba", "el de les patates", "el de la seronda" , "el de les castañes" y como días "el de la fiesta", "el de la robla" y "el del mercau". Luego se miraba al cielo y en función de la luna se obraba de una forma o de otra. Importaba mucho "el menguante".

Igual lo más acertado era  aquello de "Dies de munchu, vísperes de nada".

FELIZ DÍA 


2 comentarios:

  1. Hola! Me gustado! Muy interesante reflexión :-), solo agradecería otra letra más fácil de leer!

    ResponderEliminar