lunes, 19 de diciembre de 2016

SALI A DESPEDIRME DEL OTOÑO



DESPEDIDA DEL OTOÑO. HOLA INVIERNO.




Salí a despedirme del otoño, de la seronda que quiso ser primavera; azul, templada, florida, trastornada de sol,  incluso confundida con estío. LLovían hojas ocres y anaranjadas y se lamentaban los árboles quejumbrosos del camino, pudorosos ellos; por dejarlos descarnados y tiritando.

Me encontré al viejo soplando suave aún, con la nariz roja,  su saco lleno de copos de nieve su corbata blanca de escarcha, su halo de niebla, su sombrero de nubes negras, sus ojos llenos de lluvias.
Llevaba un traje gris oscuro color panza de burra vieja,... como enero. Amenazaba a los árboles con doblarlos con rayos y tormentas de truenos ruidosos, a las aves con deshacer sus nidos, al sol con adormecerlo casi cien días y al cielo con cubrirlo de colores oscuros que van del gris perla al azul marino y a la noche con taparle todas las estrellas. 
Le pedí que me guardara un poco de luz en una caja de zapatos para abrirla los días aciagos y oscuros,  y le presté mi gorro y mi bufanda de colores para que se abrigase  cuando le diese la tos, y no encontrase leña para encender  la hoguera.
Cuando quise darme cuenta el otoño había emprendido su viaje y me decía adiós dejando  tras de si, un abrumador silencio interrumpido por el crujir  de la última hoja que caía sobre el eterno Camino de Santiago, bajo la luz tenue, mortecina y escasa de una tarde de mediados de diciembre, mientras la belleza desnuda del bosque, espera la joven y bulliciosa primavera. Y dije ¡hola invierno! con las manos en los bolsillos.

sábado, 19 de noviembre de 2016

RECUERDOS QUE ROBA LA LUNA



Cada vez que la abuela  Concha venia a cuidarla mientras su madre hacía el turno de noche en el hospital, le contaba una historia, que no era más que una vivencia suya, a la que añadía personajes o situaciones  para que resultase más fantástica, mágica o heroica, según la ocasión y las peticiones de la niña.
Julia le preguntó un día que porque nunca le leía los cuentos y siempre eran inventados; la abuela respondió que porque se  le habían olvidado las gafas. 
No era cierto. Nunca había aprendido a leer. A los ocho años ya había empezado a coser dobladillos de pantalones  en el taller de su pueblo, para poder sobrevivir a la pobreza de los años cincuenta. 
Su padre había desaparecido en la guerra y su madre no quería que la niña sufriese la dureza  del campo como ella y sus hermanos, así que decidió que en el taller al menos trabajaría  a la sombra y aprendería un buen oficio. Por la noche, Concha inventaba historias de doncellas y galanes, de cuélebres y xanas, de amores y venganzas; y como no sabía escribir se las contaba a sus compañeras del taller que incluso apagaban la radionovela para escucharla. Hubiera sido una gran escritora.
Así que cuando nació su nieta, comenzó de nuevo a inventar aventuras de osos que lloraban, de manzanos que hablaban, de brujas buenas y de piratas solidarios. 
Un día Julia se percató de que las historias cada vez eran más extrañas y tristes; como si no tuviesen un hilo conductor, como si no tuviesen fin y se mezclasen los protagonistas de unas y otras.
-¡Abuela, no te entiendo! -le decía Julia
- Creo que alguien me roba mis recuerdos por las noches.
-Julia preocupada le dijo: ¿pero quien? 
-No sé, tiene un nombre raro.
La niña preocupada le contó a su madre que a la abuela alguien le quitaba recuerdos y que debía llamar a la policía porque en algún sitio tenían que estar.
-No es un ladrón Julia. Es una enfermedad. Yo misma, le conté lo del robo. Lo hice como a  ella le gusta, inventandome una historia para no preocuparla. Tiene recuerdos, pero su memoria no le permite acceder a ellos ya que tiene un candado y hemos perdido la llave.
El cielo en noviembre, mostró la luna más grande desde hacía muchos años. Era redonda, luminosa y cercana. Esa noche Julia le propuso a Concha ser ella quien le contase la historia.
-Abuela, mira al cielo. Ves que grande es la luna?
-Si, parece más grande Maria.
-Abuela yo no soy Maria, soy Julia.
-Eres Maria, eres mi hermana pequeña y no llores que está vez no te voy a quitar tu muñeca, -Julia lloraba sin consuelo-.

-Vale abuela, mira al cielo y escucha:
- ¿Sabes porque está enorme esta luna de noviembre? Porque está ocultando  los recuerdos que te faltan. Todos están en la cara oscura. Ella es quien te los quita por las noches. Los está guardando porque tiene miedo que tu no puedas conservarlos.Son demasiados... Detrás de la luna están las historias de todos los abuelos del mundo. Esta tu boda, tu primer beso, mi nombre, el tuyo, tu playa, la cara del abuelo y el día que nací yo. Nunca se perderán. Son tantos que la luna tuvo que hacerse tan grande para esconderlos.

Su madre la reprendió:
-¿Que le dirás cuando sea cuarto menguante o cuando se cubra de nubes?
-Nada, no le diré nada, porque ya no se acordará ni  quien es la luna.

Hoy Julia es médica especialista en neurociencia y no tiene otro deseo más que entrar en la cara oculta de la luna y recuperar los recuerdos de todos los abuelos que como Concha murieron sin recordar los nombre de sus nietos ni la fecha de sus cumpleaños. 



domingo, 6 de noviembre de 2016

CURANDO FRACASOS



CURANDO FRACASOS














Pensabas que era suficiente con dejarte engañar en pequeñas dosis, para mantener una vida tan artificial como falsa. 
Que aferrandote el ayer y  a  los buenos recuerdos, podías obviar el presente lleno de borrascas y marejadas. 
Negabas el otoño para que los vientos del sur no te arrancaran las hojas de la memoria de los tiempos felices; sin darte cuenta que para renacer hay que desnudarse primero y morir un poco después.
 Preferías la jaula cómoda y caliente antes que la libertad fría  e incierta, porque tus alas se habían quedado inertes del miedo a volar por otros cielos y de aterrizar en otros tejados.
Creías que nunca madurarías a fuerza de experiencias y te lamiste las heridas por no cerrar puertas y acabar capítulos.
 Fuiste cobarde y no pudiste regresar por el mismo camino, como otras veces, porque se había derrumbado a tu paso; incapaz de desprenderte, de oxigenar, de sacudirte, de soltar tantos nudos...

Te negabas a aceptar que el mundo no se para por una vida rota, ni por mil  corazones frágiles y vulnerables, como el tuyo, al que se le ha caído el caparazón y  le golpean fuerte  los mínimos soplos de aire, y hasta le quema el tímido sol de enero.

El alma herida deberías saber que hay que curarla, reconstruirla y coserla mientras que el mundo sigue girando. 
No te queda más que escribir cada día, en la hoja en blanco de tu vida, el siguiente capítulo en el que tu serás la heroína de tu historia, porque habrás aprendido a enfrentar tus errores y a empezar de nuevo mirando a ese futuro al que temes.
Da unas puntadas al corazón, maquillate los sentimientos, ponte los tacones; que nadie sepa que hoy estuviste en la casa inacabada del río Andayon, buscando consuelo y te cruzaste con él en la puerta y no te importó que te viera.



viernes, 14 de octubre de 2016

Día de la mujer rural


  • Aún es difícil ser mujer y rural. Queda mucho por hacer para conseguir mitigar esa doble brecha de género y de territorio. Algunas  marcaron nuestra vida y nos enseñaron que el camino era revelarse contra la sumisión y la incultura.
  • .-Estudia para no ser tan bruta como yo y que nadie te diga lo que tienes que hacer...
  • Porque fueron la base y el pilar de la familia y porque mi infancia son recuerdos de una mujer de negro y mandil de cuadros. ¡Feliz día de la mujer rural!
  • Nadie sobrevive en un mundo sin cultivos, sin tierra y sin bosque. Ningún patrimonio debe ser preservado sin mirar antes a los cimientos del mundo;  la cultura campesina, en gran parte sustentada por mujeres, las vigas invisibles pero maestras.

miércoles, 31 de agosto de 2016

UN VERANO PARA RECORDAR








Quienes me conocen saben lo que quiero a esta franja de tierra entre el Nalón y el Nora y  entre el Bufarán y la Ponte Gallegos; a ésta y a las que la circundan, porque las fronteras sólo están en la mente de los mediocres y  como decía Galeano, el tiempo y el alma  no tienen fronteras; aunque  las leyes se empeñen en marcar líneas en los mapas.
 Hay un  espacio geográfico, que me identifica con un paisaje, con unas costumbres y con mis gentes; las que me enseñaron que lo mejor que puedes llevar en tu equipaje para la  vida, son tus raíces rurales, profundas y fuertes, los conocimientos aprendidos de los paisanos y paisanas que saben cuando se debe podar o cortar una vara de avellano; de quienes aprendí  a mirar en  cielo el tamaño de la luna, la forma o color de las nubes y la dirección de los vientos. En realidad supe como orientarme en los momentos difíciles y  en las encrucijadas  de mi vida gracias a la experiencia adquirida de quien todo lo sabe; mis gentes del campo. Por eso me duele que no se valore su patrimonio, que las piedras que un día fueron casas terminen cubiertas de musgo y derruidas, que sus elementos etnográficos se mueran, que las tradiciones se releguen al olvido o que la lengua de mis antepasados sea motivo de vergüenza o burla.
Hasta aquí la queja, el lamento y el pesimismo... hasta que una tarde bochornosa de agosto avisté una luz que me  me condujo al optimismo.



Esta luz  llegó  de lejos,  llegó de quien decide un verano, volver a reencontrarse con una tierra que recordaba con más árboles, con más tierras labradas, y con más campesinos de boina y abuelas  de negro. Nunca el regreso es fácil; su tierra estaba esperándoles, para envolverles en este paisaje lleno de verdes, de amarillos tostados de los últimos rayos de sol, de azules al amanecer, de neblina densa que se acomoda sobre el Nalón,  de cristalinas aguas  donde mirarse y sentirse protagonistas del cuadro pintado en ellas; en  los meandros  del rio Nora cerca de San Pedro , en el molino de Quilo en el Picarín,  en el puente de Miobra o en el de Andayon;  en cada remanso y en cada arrullo de agua se buscan para integrarse  junto al reflejo de las nubes amarillas y rosadas de ese atardecer de finales de verano. Y se dejaron abrazar por esta tierra  que es generosa, es madre, es continente, es pequeño planeta y siempre recibe emocionada con un abrazo de roble y una caricia de orbayu a quien vuelve a encontrarse con ella o a buscarse  en ella y encuentra los silencios reverentes de hace tantos años y los sonidos del agua, siempre presente;  cascada, río , remanso, meandro, fuente, arroyo. Parafraseando a Llamazares; "distintas formas de oir el agua". Y me enseñaron que no queda más remedio que alejarse de lo que quieres para aprender a añorarlo, a quererlo y a valorarlo. Volverán a sus casas lejanas, a sus trabajos estresantes, a su vida de ciudad oscura y contaminada, pero llevaran en su retina todos los verdes de la senda a Covascura y todos los recuerdos de un verano de abrazos, reencuentros, y música de verbena.


AL LUGAR DONDE HAS SIDO FELIZ SI DEBIERAS TRATAR DE VOLVER ( Lo siento querido Joaquin)

lunes, 18 de julio de 2016

Miedos y sombras

Hace 20 años en un día en que el sol caía a plomo como hoy, en una playa parecida en un verano cualquiera, Carlos descubrió sus primeros miedos. Acababa de aprender a caminar y lloraba cada vez que giraba la cabeza y miraba al suelo. Descubrí que tente miedo a su propia sombra. Inventé para él una historia; le expliqué que esa silueta negra en la arena era un amigo que fabricaba el sol cada amanecer para que nunca estuviese solo. Que el milagro solo ocurría en días despejados y azules y que cada noche el dibujo negro se escondía en casa de la luna porque  tenía miedo a la oscuridad. En este momento en otro verano y otra  playa, una niña llora por lo mismo y me apetece contarle la historia mientras su padre intenta por todos los medios consolarla. Lo que nunca le conté a Carlos es que tuve que escribir el relato también para mí, porque sigo luchando cada día para  vencer mis propios miedos y que alguna sombra me sigue amenazando pero ya no miro atrás.

miércoles, 29 de junio de 2016

EN LES REGUERES UNA NOCHE CASI FUIMOS EUROPA



Hacíamos bastante ruido. Risas, canciones y brindis. El porqué no hace falta. Porque la noche era agradable y la compañía también. Veinte personas en Asturias de noche, alborotan mucho cuando el ambiente es propicio.
A diez metros, una autocaravana con matrícula francesa encendía las luces y alguien se acercó a preguntar si molestábamos. La respuesta fue una sonrisa y un : Bonne nuit. 
Los invitamos a unirse a nosotros. Aprendieron a escanciar y conocieron el cachopo. Eran de la Provenza francesa y hacían el Camino de Santiago primitivo. El se llamaba Pierre, ella no lo recuerdo. No sabían cuantos kilometros habían hecho ni cuantos faltaban. Ese era su noveno camino a Santiago. Los conocían todos; el inglés, el francés, el de la costa...Todos.
Nuestro fondo musical eran sonidos celtas. Se pararon a escuchar y recordaron la Bretaña francesa. Probaron la sidra y concluyeron que era parecida a la suya. Hablamos o gesticulamos que éramos muy similares.
La noche avanzaba y la sidra menguaba. Ella nos pidió cantar La Marsellesa con la mano en el corazón. Y cantamos. 
.-Nuestro himno no tiene letra, le dijimos; y alguien decidió cantar en su lugar "Chalaneru". La fusión entre culturas se estaba fraguando. 
De todo el grupo, solo yo sabía un poco de francés y le dije rememorando a Victor Manuel, aquella frase : "todo el francés que supe y sabré nunca fué culpa de ella.." ( A dónde iran los besos). Yo, lo mismo, pero con Moustaki.  A las dos de la madrugada cantamos a dúo Le Meteque, "pour eviter le pourgatoire".
Esa noche los ingleses quisieron salir de la Unión Europea y en Les Regueres abrimos una vía diplomática con Francia, fusionando estilos.
No nos intercambiamos direcciones ni mails, ni números de móvil. 


No sabemos si habrán llegado a la Plaza del Obradoiro o estarán en su casa de la Provenza recordando la noche de sidra y folk que vivieron en Les Regueres. Si alguien conoce a esta mujer de la foto, dígale que el mundo aquella madrugada no tuvo fronteras y que fué un placer.

https://www.youtube.com/watch?v=AYww9sGKwkw
(Le Meteque. George Moustaki)

domingo, 19 de junio de 2016

Raices y Cantos a Las Regueras. Coro de Las Regueras

Crecer descalzos pisando la hierba mojada sin ningún elemento artificial entre tus pies y el suelo hace que las raíces con tu tierra y con tus orígenes sean más profundas y sinceras.

Puedo dibujar la silueta de niebla sobre el Nalón y el Nora  y el camino del peregrino desde la Ponte Gallegos hasta la de Larache y puedo adivinar cada tarde la línea recortada del Bufarán cuando se pone el sol en la frontera del Norte.
Conozco la historia; la triste de la guerra y de la emigración, la alegre de romerias al son de las gaitas de Cogollo, la de las xanes de las fuentes y los trasgos de los castañeos, la prohibida que no nombro, la de los hombres  valientes que escoltaron al rey, la de los romanos, la del Camin Real, la del rey peregrino que nos dejo el camino al Apóstol, la de los nobles y los palacios, la de Gladila y San Pedro de Nora...
Ayer 19 de junio en el estreno de Cantos de Las Regueras, con letra de los componentes del Coro y música de Guillermo Martínez  me di  cuenta después del nudo en la garganta, del vello de punta y la respiración contenida con el corazón en un puño,  donde está mi sitio, y quienes son los mios y emocionalmente me descalce de nuevo...las raíces las sentí mucho más fuertes.

No puede haber mayor demostración de amor a un pueblo que cantar y llorar a la vez y eso hicieron ayer los miembros del Coro de Las Regueras poniendo letra y música a una tierra tan necesitada de caricias y de mimo.

Gracias a Berta, Maribel, Jesús y Pepita por la poesia hecha con el corazón.



Enlace a la actuación: Pincha en el siguiente enlace

viernes, 3 de junio de 2016

ASIGNATURAS PENDIENTES








ESCUELA DE NIÑAS DE SANTULLANO. AÑOS DE LARGOS VERANOS




En aquella época de escuelas desconchadas, rancios profesores y  mandilón de cuadros (luego llamado baby), al llegar junio solo había dos opciones: aprobar o suspender.
Luego en la adolescencia el mismo  junio nos traía otros intereses más pasionales y rebeldes. Además de niebla, orbayu de San Juan y hierba húmeda, era la puerta y antesala de noches de verbena, quioscos de música, amigos, sidras  y aún una infinita  y preocupante inocencia pensando en  si teníamos algo pendiente para septiembre y no podíamos pasar de curso.
En la madurez sigo soñando con demasiada frecuencia que tengo una asignatura pendiente y cuando voy a mirar la nota colgada en un listado de la pared, la niebla y el orbayu del dichoso junio no me permiten verla, me veo envuelta en una espesa nube y no consigo saber cual es el resultado.
Ahora en la supuesta sensatez, me doy cuenta que lo más maravilloso que te puede pasar en junio y en septiembre y en cualquier convocatoria, es tener siempre algo pendiente, algo que no concluiste porque no te dió la gana; eso significa que hay otro septiembre y otra oportunidad y otro momento para probar suerte y para estar mejor preparados.
 ¿Que te queda si apruebas todo? Con que ilusión empiezas los nuevos cursos que la vida te va imponiendo?
El aliciente de la existencia es tener siempre algo por lo que luchar y alguna barrera que superar para volver a examinarte de aquello que crees inalcanzable con la misma ilusión que tenía la mirada de la niña de trenzas de la izquierda.
Inconfesables asignaturas pendientes...que uno, a solas y en silencio tiene que ser capaz de evaluar y poner nota. Y así hasta el final...
Bienvenido junio.







martes, 31 de mayo de 2016

Donde habita el olvido.


"El silencio sepultará las casas" 
(La lluvia amarilla, Julio Llamazares)



Es cierto que encuentro algún tipo de fascinación y atracción por las casas abandonadas . No sé qué extraño poder me lleva a pararme a mirar, a imaginar a deducir lo que pudo haber sido. A meditar donde  habita el olvido; entre las ruinas. A veces sin techo, otras sin siquiera paredes; con las entrañas al descubierto.
Lo que fué un hogar; un lugar donde lloraron, amaron, se sentaron a la mesa, compartieron abrazos, engendraron nuevas vidas, proyectaron un futuro, es hoy una zona yerma; donde escuchas tu respiración, y el sonido de la naturaleza y el silencio se convierten en protagonistas. Te sientes como el explorador que  encuentra un secreto, y contienes el aliento por si la musa te dicta las palabras para expresar el sentimiento que quieres y no sabes describir. 


La naturaleza poco a poco va recuperando lo suyo, y vuelve a enraizar la hiedra en el espacio que antes ocupaban los dormitorios. Las flores desordenadas luchan por renacer cada primavera en el lugar que ocupaba el jardín; sin nadie que las riegue ni las mime;pero ahí siguen resistiéndose a morir, venciendo a cada invierno.
Nacer, aguantar, trabajar, malvivir y  abandonar los territorios. Ese es el proceso.
Cuando no había pan para todos y la tierra no producía para sobrevivir, no hubo alternativa.


Sé que hubo vida, se que lloraron al marchar y al volver; y que en cada regreso cada se habia derrumbado un poco más y había nacido un arbusto nuevo. 
En alguna piedra de las que siguen en pie habrá grabado algún nombre; las más oscuras son las que ahumaron las teas de las largas noches de frío y desasosiego pensando en la marcha a la gran ciudad o más allá del océano. No habrá sido fácil.


Algo quedará en el interior, algún recuerdo, algún retrato, algún retazo de sueños, suspiros y proyectos. 
Esa casa un día abandonada por otra casa mejor y más tarde olvidada por una vida mejor. 
Cuanta historia en esos muros, cuanto abandono, cuanta pena, cuantos  olores, sensaciones, rastros sombrios,  meláncolica belleza, adioses,  inexorable paso del tiempo donde la vida se detuvo a veces de forma brusca otras poco a poco.

Afortunadamente en Las Regueras no hay ningún pueblo deshabitado pero sí muchas casas que producen esta sensación de ausencia y que morirán bajo el peso del tiempo y de las raícese en íntima comunión con la tierra. 








No todos los pueblos tendrán la suerte de Ainielle y no habrá quien les escriba. 

domingo, 22 de mayo de 2016

martes, 10 de mayo de 2016

III RUTA VAQUEROS DE ALZADA ( ETAPA 2. BIEDES-PROAZA



SALIDA DE BIEDES. Alcaldesa y Concejales de Las Regueras y LLanera , Director Regional de Turismo y presidenta de la Asociación RUVAT.


Hay tanto que ver que sobran las palabras. La cámara va captando lo que le atrae. Lo que importa el paisaje, las galletas compartidas, el buen humor aunque llueva, las anécdotas.
Pasos que siguen antiguas huellas, colores, humedad...Camino de Torrestio.

 PUBLICO Y NIÑOS DEL COLEGIO DE LAS REGUERAS







¿GLADILA SE ASOMARIA AL TRIFORIO?


GRETA NOS ACOMPAÑO DURANTE EL VIAJE. NUESTRA MASCOTA





SOLIDARIDAD


TRUBIA



DISCUSIONES: SOY VAQUERO O XALDO




 SAN ADRIANO DE TUÑON.
 EL CIELO DE ZACARIAS. VILLANUEVA DE SANTO ADRIANO


 LAVADERO DE VILLANUEVA DE SANTO ADRIANO

 PUENTE ROMANO VILLANUEVA DE SANTO ADRIANO

 FUENTE DE VILLANUEVA DE SANTO ADRIANO




 MAS CIELO DE ZACARIAS


 PACO 

 LOLO; QUE EXPLICAS?